miércoles, 5 de noviembre de 2008

LAS RELACIONES PÚBLICAS



Tiene como fin específico la difusión de ideas y hechos relacionados con una actividad o servicio con el objeto de crear un clima de cordialidad pública a favor de este servicio. Las relaciones públicas pueden partir desde una supervisión de una correspondencia comercial hasta la organización de congresos técnicos, visitas, edición de periódicos, concesión de becas, concursos, competencias, asesorías, etc. Estas actividades organizativas requieren de un presupuesto adecuado o una asignación monetaria de parte de la empresa, puesto que así como estas asignan un tanto en porcentaje a publicidad también deben hacerlo a el área de manejo de las relaciones públicas. Estos aspectos puestos en marcha garantizan que los públicos que conforman una empresa: Interno, mixto y especialmente en el externo haya un mejor impacto y una buena aceptación de la imagen corporativa de la pequeña y mediana empresa que en el futuro será una gran empresa consolidada.

HABILIDADES COMUNICATIVAS DEL SER HUMANO


Una habilidad es la competencia y destreza que tiene un ser para desarrollar una actividad o hecho y lograr determinado resultado; por ello cuando hablamos de habilidades comunicativas nos referimos a las habilidades y destrezas que tiene un ser humano para desempeñar actividades comunicativas ya sean de tipo lingüístico o corporales que se adquieren en la vivencia cotidiana y a través de la educación que una persona recibe.
Las habilidades comunicativas parten de la necesidad de vivir y sobrevivir en un mundo socio-cultural en donde las personas para interactuar requieren de numerosos signos para comunicarse, por esto las habilidades comunicativas no solo se aplican a una determinada circunstancia, sino que son cualidades que de diversas formas son aplicables a infinidad de veces durante toda una vida.
El lenguaje es una competencia comunicativa con la que se conoce no solo el código lingüístico de una cultura, sino que también permite un óptimo desenvolvimiento en ella, es decir, permite comprender el patrón psicológico de una cultura, estas son las costumbres, las creencias, las vivencias y estilo de vida; por ello la lengua se constituye como el instrumento más importante de la comunicación oral. El aprendizaje de una lengua es un proceso en el cual no solo se aprende la morfología, la sintaxis, la fonética y la fonología, sino que también otorga la capacidad de establecer mensajes más allá de una simple oración con coherencia y permite comprender los patrones psicosociales de la cultura.
Como afirma Rivière: " ha llegado la hora de desconfiar de la pasmosa facilidad con que las personas realizamos cotidianamente actividades tales como atribuir intenciones a otros, inferir lo que piensan, creen y desean, comunicarles nuestros pensamientos y comprender los de los demás, y adaptarnos a los que saben o ignoran... Son destrezas que ponemos constantemente en juego en nuestra vida de relación con los demás, y que sirven de fundamento a la competencia comunicativa"
Esta visión de Riviére considera las habilidades comunicativas como artefactos naturales para la interacción, es decir, nuestras capacidades no solo orales sino también psicológicas nos permiten percibir y transmitir en nosotros y en los otros estados de ánimo, pensamientos, deseos, intenciones, recuerdos, ideas…con la mayor facilidad y supuesta involuntariedad o inconsciencia.
Nuestra mente o conciencia está provista de habilidades inimaginables con las cuales logramos esas competencias y habilidades comunicativas que establecen un intercambio comunicativo en donde se interpretan las intenciones del uno y del otro que no solo se resume en el proceso lingüístico sino que también involucra la parte psicológica y cognitiva, y, social y semiótica de un ser humano.
La combinación de las funciones cognoscitivas, la comunicación y el lenguaje dotan al ser humano de una conducta inteligente. Desde bebe el ser humano inicia con su entorno y cuidador un intercambio de signos en los cuales el uno y el otro participan activamente, este se va perfeccionando a medida que va creciendo el bebe y él va adquiriendo su propio lenguaje de comunicación que es evolutivo y claramente entendible para su cuidador que aprende a referir y significar los gestos y sonidos que emite el pequeño, por ello se resume que las habilidades comunicativas son la manera de expresar coherentemente nuestros pensamientos e ideas para que los demás las entiendan. Una competencia comunicativa es la base de una sociedad desarrollada y abarcan todas las áreas del conocimiento. La expresión corporal es un modo de comunicarse en la cual los movimientos del cuerpo comunican sensaciones, emociones, sentimientos y pensamientos; de igual manera la música, la poesía y en general las artes permiten al individuo una máxima capacidad expresiva que llega a ser un vehículo importante para el desarrollo psicológico de un ser humano.

LA COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL: CADA VEZ MÁS PRESCINDIBLE

Poco a poco se ha hecho evidente que la comunicación es imprescindible para la vida de las organizaciones y ya no solo se limita a las publicaciones internas de la empresa ( a las revistas que aparecían mensual o esporádicamente con contenidos que muchas veces que no llegaban a tocar temas interesantes para los miembros de ésta) sino que abarca muchos aspectos y se consolida como un área relevante del cual dependen muchas áreas y el clima de trabajo de los empleados.
Por esto el comunicador organizacional se ha ido posicionando en las organizaciones como un sujeto proactivo el cual cumple tareas diversas que varían de una empresa a otra, esto, teniendo en cuenta que los objetivos de cada empresa u organización son completamente distintos en comparación con otras, debido a su razón de ser, a sus políticas y su proyección hacia el futuro.

EL COMUNICADOR ORGANIZACIONAL: UN SUJETO PROACTIVO

Si una empresa quiere ser competitiva e ir a la vanguardia en el mundo de las Nuevas Tecnologías, ya no solo requiere de un comunicador que limite sus funciones a supervisar las publicaciones o comunicados internos de la empresa. Tal vez esto generó en muchos casos una participación poco participativa en la forma en que se superditaba su acción a un estrecho marco que cotidianamente no interactuaba con la parte humana ni administrativa. Hoy por hoy este marco se ha ampliado al punto en que el área de comunicaciones abarca el todo de una empresa y debe verla como un todo en el cual no se debe discriminar ningún punto o área de trabajo ya que esto sería peligroso para el clima laboral y se proyectaría a nivel externo, e infuiría negativamente en la imagen corporativa de ésta. Esto quiere decir que la comunicación interna, las relaciones públicas y la publicidad de la empresa deben ir de la mano y no deben dividirse como áreas independientes, sino que por el contrario el comunicador debe desarrollarlas como subgrupos de trabajo que deben interactuar mancomunadamente y que hacen parte de un todo que depende en gran medida de los resultados de éstas.

MÁS OPORTUNIDADES PARA LOS COMUNICADORES

La importancia que ha adquirido el área de comunicaciones de las empresas ha contribuido a que cada vez más los estudiantes de comunicación elijan trabajar y desarrollar su profesión en el área corporativa, ya que ofrece numerosos campos y permite crear y propender procesos en los que la planeación y el desarrollo de estrategias contribuyen directamente con el desarrollo de la organización involucrando los cambios de la organización, los procesos humanos, la capacitación y entrenamiento de empleados en temas de habilidades comunicativas y desarrollo personal y todas las modalidades de comunicación que impliquen el bienestar y el alcance de los objetivos de la empresa. Por esto cada vez la medición de la comunicación y sus impactos gana terreno en la gestión estratégica de las organizaciones.